miércoles, 26 de diciembre de 2007

La Gioconda

La cosa es que la comunicación no verbal influye muy mucho en las relaciones (laborales, personales…) Esto es de una lógica aplastante. Al leer “Comunicación no verbal” se puede llegar a tener una idea grosso modo de cómo funciona el tema (un libro de divulgación que lleva toda la vida en el mercado, por cierto)
Pasando de esto.
Uno puede “no controlar”, no saber cómo influyen en el otro sus repuestas verbales, sus repuestas corporales o ambas a la vez. Esto último, si se produce, ya es el desastre (hay cosas peores todavía)…pero…hay algo en esto que el receptor interpreta como “sin malicia”, torpeza por parte del emisor…El receptor no es tonto y es capaz de discernirlo de lo siguiente (aunque sigue siendo igual de ofensivo):
Todos tenemos un código más o menos común (sobre todo si se pertenece a la misma cultura) en cuanto a comunicación, de cualquier tipo, se refiere. Pero hay gente especializada en conductas ambiguas, que rayan en el filo de lo improcedente, porque usan estas reglas no escritas en su propio beneficio (nadar y guardar la ropa)…o al menos es lo que pueden hacer creer…


Sin datos suficientes, el receptor les ofrece el beneficio de la duda, pero eso no quita que piense en otras posibles alternativas en la interpretación…hasta que se le demuestre lo contrario. Tiene tanto peso o más una expresión física que una verbal y aunque a las cosas no se le pongan nombre no quiere decir que no existan. “Aquí y en la china popular”, blanco y en botella es LECHE. La cuestión es que toda esta mierda es un despiste para el que escucha y este puede llegar a ponerse en contra del que emite solo por que no responde con unos MÍNIMOS coherentes.
La importancia del diálogo…

Es más fácil adivinar de qué se ríe la Gioconda….pero no me van este tipo de juegos...