sábado, 12 de mayo de 2007

Estrategia, manipulación y derrota


Hay una gran diferencia, para el que no lo sepa y piense que sí lo sabía y además que las dominaba. La diferencia, además de venir descrita en algo tan en desuso como una bonita enciclopedia, va más allá.
La estrategia contempla al “enemigo” (el que sea), lo estudia, lo intenta comprender, puede incluso admirarlo, entiende que el de enfrente es un ser inteligente pero con posibles puntos flacos y aprende de él, aprende a ser él porque de esta manera sabrá como piensa y le resultará más fácil conseguir lo que se proponga. Son dos (o más) jugando. Y el juego puede ser sencillo o complejo….pero siempre inteligente y amable.

Sin embargo, la manipulación, es la hermana fea de la estrategia. Incluso en el sonido al pronunciarla ya hay algo que destila un tufillo malintencionado…la descripción es breve: “manejar uno a su modo”…y al otro que le den, claro. Es egoísta, engreída y estúpida y piensa que su adversario es gilipollas y que no la ve venir. A este último, que ni tiene estrategia ni es manipulador tampoco, le salva el pragmatismo, entendido en su acepción lógica, el sentido común y que no aguanta que le hagan perder el tiempo. Conclusión: lo único que consigue la manipulación, es jugar sola en el campo de su casa. En este caso, el juego es simple o complicado, solo para uno pero verdaderamente absurdo.

Tratar con un estratega puede ser hasta divertido, aunque se pierda. Tratar con un manipulador es una pérdida de tiempo en sí y solo pierde él, aunque aparentemente consiga lo que quiera porque ofende al rival. Las dos palabras surgen cuando hay un conflicto de intereses entre las partes. Si no hay interés común, no aparecen. Ergo…muerto el perro…con que uno pierda el interés, ya es suficiente para evitar el conflicto…

Y no vale pensar en la estrategia de la manipulación, por ahí ya no paso….